Los niños pueden ser selectivos y quisquillosos a la hora de comer. No importa cuán agotador sea, es importante encontrar la manera de convencer a tu hijo de que coma todo lo que le sirves en el plato, ya que estudios revelan que tener una dieta equilibrada y nutritiva impacta directamente en todos los aspectos del crecimiento y desarrollo de un niño.
La relación entre nutrición, salud y aprendizaje es claramente fuerte: la nutrición es uno de los tres factores principales que afectan el desarrollo de un niño. Por esto, según estudios, la nutrición en los primeros años del niño está relacionada con su salud y rendimiento académico en años posteriores.
Beneficios
Los beneficios de una buena nutrición para la salud son infinitos. Aquí, enumeramos algunos de estos:
En primer lugar, la lactancia de madres que siguen dietas nutritivas conduce a un número menor y menos grave de enfermedades en sus hijos, como diarrea, infección de oído y meningitis bacteriana. Esto se debe a que los niños mejor alimentados tienen una capacidad natural mejorada para combatir las infecciones.
En segundo lugar, dado que el hierro es un componente vital del tejido cerebral, al este faltar puede hacer que los impulsos nerviosos se muevan más lentamente y causen daño permanente al cerebro del niño, especialmente en los primeros dos años de su vida, así como cambios en el comportamiento y retraso en el desarrollo psicomotor.
En tercer lugar, se ha demostrado que la desnutrición disminuye los niveles de actividad del niño, las interacciones sociales, la curiosidad y el funcionamiento cognitivo. Aunque a veces los padres deseen que sus hijos no sean hiperactivos, una buena nutrición sigue siendo una necesidad.
Seguir las pautas nutricionales es relativamente sencillo durante el embarazo, así como al comienzo de la vida del niño. Pero, cuando este comienza a formar gustos y disgustos, es bueno que aceptes las preferencias, pero a la vez que continúes dándole nuevas comidas, intentando de diferentes formas hasta que tu hijo termine felizmente comiendo todo lo que hay en el plato.
¿Cuáles son los efectos a largo plazo de una mala nutrición en la infancia?
Una mala nutrición en la infancia puede tener efectos a largo plazo significativos en el desarrollo y la salud de los individuos. En primer lugar, puede llevar a un retraso en el crecimiento y el desarrollo físico. La falta de nutrientes esenciales, como proteínas, vitaminas y minerales, puede afectar negativamente el desarrollo óseo, muscular y cerebral de los niños, lo que puede resultar en un crecimiento deficiente, retraso en la maduración sexual y menor capacidad cognitiva.
Además, la mala nutrición en la infancia puede aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas en la edad adulta. Los niños que experimentan una deficiencia de nutrientes durante los primeros años de vida tienen un mayor riesgo de desarrollar enfermedades como la obesidad, la diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y trastornos metabólicos. Estos efectos a largo plazo se deben a los cambios en el metabolismo y la regulación hormonal que ocurren en respuesta a una nutrición deficiente en la infancia.